Algunos descubrimientos sorprendentes
Se toma café en todas las partes del mundo, todos los días. Lo toman los jóvenes y los mayores. Pero, qué pasa con tantas otras cosas que disfrutamos en nuestra
vida cotidiana, nos preguntamos a veces sí será bueno para nosotros el café. Según estudios que se hacen sobre ese tema, va quedando cada
vez más claro que tomar una cantidad moderada, hasta 4 ó 5 tazas al día, no hace daño y puede, incluso, tener algunos efectos beneficiosos para la salud. Para disipar
algunos de los prejuicios que existen, indicamos a continuación algunos de esos beneficios del café para la salud, que no son tan conocidos como debieran serlo.
¿Puede el café proteger contra la enfermedad de Alzheimer?
La enfermedad de Alzheimer es hoy en día una de las formas más frecuentes de la demencia, y su prevención y tratamiento son uno de los mayores retos planteados a la salud pública en el mundo entero. El entendimiento de la función del café como factor de protección ha ido en aumento a medida que se ha ido demostrando en estudios científicos que el consumo de cafeína va asociado a un menor riesgo de Alzheimer. Uno de esos estudios, que se llevó a cabo a escala nacional en el Canadá (1), se hizo con una muestra de 6.434 personas. Todas ellas tenían por lo menos 65 años de edad en 1991, cuando se inició el estudio, y carecían de síntomas de Alzheimer. De las 4.615 que seguían vivas en 1996 fueron diagnosticadas de Alzheimer 194. Del análisis efectuado con esas 4.615 personas resultó que el consumo de café, junto con otros factores tales como la actividad habitual iba asociado con un descenso del riesgo de contraer la enfermedad de Alzheimer. Se observaron resultados similares, por lo que al café se refiere, en un estudio a menor escala llevado a cabo en Portugal (2).
¿Quita el café el sueño?
Muchas personas culpan al café de que no los deja dormir, y por eso evitan tomarlo hacia el final del día. Todos sabemos que el café nos reanima durante el día y conocemos su efecto inmediato de mantener despierta nuestra atención. Esto puede significar que tardemos más en dormirnos, pero los estudios efectuados demuestran que la fase de ensoñación del sueño no se ve afectada. Uno de esos estudios recientes probó que tomar hasta siete tazas al día no va unido a que durmamos menos (3), y en otro estudio, del que fueron objeto 760 enfermeras (4), se observó que tenían más importancia para no dormir otros factores, tales como la edad y los problemas de familia. En un estudio con mujeres de edad avanzada (5), no se observó diferencia de consumo de cafeína entre las que dormían bien y las que dormían mal.
Fuentes
* federacioncafe.com
1. Lindsay, J. et al. American Journal Epidemiology 2002, (5): 445-5
2. Maia, L. and de Mendonca, A. European Journal of Neurology 2002, (4): 377–382
3. Montserrat, Sanchez-Ortuno, Sleep Medicine, 2005, (6): 247-251
4. Lee, K.A. Sleep, 1992,(15): 493-498
5. Bliwise, N.G. Psychology and Aging, 1992,(7): 83-88.